Recorrer Salta en un día

El primer día en Salta decidimos conocer la ciudad con un City Tour que contratamos de la agencia Uma Travel. Nuestro guía se llamaba Eduardo y era un salteño muy orgulloso y tenía muchísimo que contar de cada lugar que vimos.

Nos buscó de la puerta de nuestro Airbnb en un mini bus, y después de recoger a otros turistas que harían la misma excursión, comenzamos el recorrido.

Comenzamos por la plaza central, donde se fundó la ciudad de Salta. La primera parada fue en la Catedral, donde Eduardo nos contó un poco acerca de los orígenes de la ciudad. Es una de las únicas ciudades fundadas una sola vez, con el nombre de La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Felipe y Santiago de Lerma en el valle de Sagta*, en el año 1582 (ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Corrientes y otras, fueron fundadas varias veces).

*Sagta es una palabra aimara que se usaba para referirse al valle donde hoy se ubica la ciudad, y significa "lindo". Con el tiempo, la palabra se fue modificando al nombre que hoy conocemos, pero también se convirtió en el apodo de la ciudad, Salta la Linda.

 Pasamos por el Centro Cultural de las Américas, el Cabildo (hoy Museo Histórico del Norte) y luego por la calle Caseros hasta la Basílica Menor de San Francisco (que tiene el campanil más alto de Sudamérica) y el Convento San Bernardo de la orden de las Carmelitas. En todos estos lugares paramos para escuchar historias, que a mí me encantan, pero no bajamos a conocer por dentro ninguna de estas atracciones.

La primera vez que bajamos del bus fue en el Cerro San Bernardo. Este cerro está a poca distancia del centro de la ciudad y se puede subir via teleférico, pero nosotros subimos en el minibus de la excursión. Caminamos hasta el mirador y estuvimos un rato ahí arriba aprovechando la vista panorámica. Otro día, tuvimos la oportunidad de ir al Cerro de noche y la vista era igual de buena así que mi consejo sería tratar de ver ambos paisajes.

Más tarde, dimos un largo paseo atravesando la ciudad hasta llegar a la Quebrada de San Lorenzo, conocida también como la villa veraniega de San Lorenzo. Recorrimos la villa en el minibus, siempre escuchando historias, canciones y poemas de Salta que compartía Eduardo, y llegamos hasta un Mercadito Artesanal donde había todo tipo de cosas, desde suéteres de lana hasta llaveros de cuero. Al lado del mercado había un café donde hicimos una pausa para merendar, y luego terminamos el recorrido, cuando ya anochecía, en nuestro hospedaje de nuevo.

El tour costó más o menos 770 pesos y tenía una duración de medio día. No me esperaba mucho de la excursión y era más bien una excusa para llenar la primera tarde que pasamos en la ciudad, pero terminó gustándome tanto que acá me ven, escribiendo y recomendando jajajaja

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