Durante nuestro viaje a SudĆ”frica, nos tomamos un dĆa para hacer un day trip a Sun City desde Johannesburg. HabĆamos alquilado un auto y condujimos poco mĆ”s de dos horas para llegar.
Como en SudĆ”frica se maneja por la izquierda, al comienzo fue un poco difĆcil acostumbrarse pero es mĆ”s fĆ”cil conducir en ruta que en la ciudad, lĆ³gicamente, asĆ que no hubo ningĆŗn problema. Para llegar, usamos la aplicaciĆ³n Here We Go. Hay que descargar el mapa de SudĆ”frica de antemano, y una vez en la ruta se puede usar la app offline, o sea no hace falta estar conectado a internet.
La entrada para el dĆa entero cuesta 75 rands por adulto, y hay atracciones que se pagan por separado como por ejemplo la piscina con olas artificiales (160 rand aproximadamente, el costo varĆa segĆŗn la temporada) o el laberinto de la ciudad perdida (140 rand). MĆ”s informaciĆ³n en la pĆ”gina web.
Sun City es un resort de lujo que queda a unos 200 km de Johannesburg y justo al sur del Parque Pilanesberg. Es un complejo que incluye hoteles, restaurantes, campos de golf y otras instalaciones de entretenimiento como salas de cine o casinos.
Para quienes se hospeden ahĆ, tambiĆ©n hay excursiones en globo aerostĆ”tico o safaris en la reserva de Pilanesberg, en donde pueden sitios arqueolĆ³gicos de la Edad de Piedra y la Edad de Hierro, ademĆ”s de ser hogar de los Big Five (lo que importa).
Nosotros empezamos el dĆa en el laberinto, the Maze of the Lost City, al que llegamos desde el estacionamiento de visitantes con un shuttle. La boleterĆa estĆ” un poco lejos del inicio del laberinto. Se compran los tickets prĆ”cticamente dentro del Entertainment Center. De ahĆ, se sale a exteriores en donde se ve un puente colgante de unos 100m sobre la ruta. Vibra un poco cuando caminĆ”s por encima, pero nada muy intenso (?).
Hay una pequeƱa subida al cruzar el puente, y zigzagueando, llegĆ”s a la cima en donde estĆ” la entrada del laberinto. No nos tomĆ³ mucho tiempo salir del laberinto pero es una actividad divertida si vas en grupos, una especie de competencia. Hay salidas de emergencias a un costado si es que no tenĆ©s ganas de descifrar por dĆ³nde se sale. El laberinto termina en una especie de cantina donde se venden cervezas artesanales y hay una terraza con vistas al laberinto y al Palace of the Lost City.
Almorzamos en el Entertainment Center, en donde probĆ© una deliciosa comida india de un local que se llama Raj. TambiĆ©n hay los clĆ”sicos: Fishaway, Debonairs, Steers, y tiendas de regalos (lĆ³gicamente).
Mi parte favorita del resort fue probablemente la zona del Elephant Bridge y el Monkey Spring Plaza. No son nada mĆ”s que una especie de calle peatonal que remata en una plaza con una escultura de monos en el centro, pero habĆa algo en el diseƱo que me gustĆ³ mĆ”s de lo que pensĆ© que me gustarĆa.
En el Elephant Bridge, cada una hora hay una "instalaciĆ³n" en la que los elefantes comienzan a lanzar agua (o mĆ”s bien una especie de bruma) al son de un soundtrack que simula tambores y sonidos de la selva: como aves, rugidos varios y, obvio, elefantes.
Desde el Monkey Spring Plaza se acceden a atracciones como a la tirolesa o al Valley of Waves, que es la playa artificial del resort en donde hay una piscina de olas artificiales y toboganes de agua.
De ahi fuimos al Palace, que vendrĆa a ser el hotel principal del resort. TĆ©cnicamente, no se puede visitar sin tours guiados que si no me equivoco, se compran en el Welcome Center. Mi papĆ”s habĆan visitado Sun City hace casi 24 aƱos cuando fueron a SudĆ”frica por primera vez y se hospedaron en el Palace, asĆ que de alguna forma conocĆan el lugar y logramos llegar al hotel y recorrer sin que parezca muy sospechoso.
Tomamos un shuttle que nos dejĆ³ en la entrada y recorrimos la planta baja: El lobby, el restaurante, las galerĆas que recorren los costados del salĆ³n del desayuno y la mini plaza con la estatua del elefante.
El shuttle que nos llevĆ³ del Palace hasta el Welcome Center tardĆ³ bastante en llegar, y el del Welcome Center a la entrada tambiĆ©n. Volvimos al estacionamiento de visitantes antes de las 5 de la tarde, una hora que calculamos que serĆa la mejor para volver a Johannesburg y que no oscurezca en el camino.
Fue un dĆa largo y relativamente cansador. El viaje de vuelta de dos horas y media parecĆa interminable, pero lo que nos esperaba al dĆa siguiente no se comparaba: Un viaje de casi 7 horas hasta Hoedspruit, una ciudad en las afueras de Kruger. Nos acercĆ”bamos a la mejor parte de todo el viaje: los safaris! Como ven, faltan muchos posts para que deje de hablar de SudĆ”frica.
Mi parte favorita del resort fue probablemente la zona del Elephant Bridge y el Monkey Spring Plaza. No son nada mĆ”s que una especie de calle peatonal que remata en una plaza con una escultura de monos en el centro, pero habĆa algo en el diseƱo que me gustĆ³ mĆ”s de lo que pensĆ© que me gustarĆa.
En el Elephant Bridge, cada una hora hay una "instalaciĆ³n" en la que los elefantes comienzan a lanzar agua (o mĆ”s bien una especie de bruma) al son de un soundtrack que simula tambores y sonidos de la selva: como aves, rugidos varios y, obvio, elefantes.
Desde el Monkey Spring Plaza se acceden a atracciones como a la tirolesa o al Valley of Waves, que es la playa artificial del resort en donde hay una piscina de olas artificiales y toboganes de agua.
De ahi fuimos al Palace, que vendrĆa a ser el hotel principal del resort. TĆ©cnicamente, no se puede visitar sin tours guiados que si no me equivoco, se compran en el Welcome Center. Mi papĆ”s habĆan visitado Sun City hace casi 24 aƱos cuando fueron a SudĆ”frica por primera vez y se hospedaron en el Palace, asĆ que de alguna forma conocĆan el lugar y logramos llegar al hotel y recorrer sin que parezca muy sospechoso.
Tomamos un shuttle que nos dejĆ³ en la entrada y recorrimos la planta baja: El lobby, el restaurante, las galerĆas que recorren los costados del salĆ³n del desayuno y la mini plaza con la estatua del elefante.
El shuttle que nos llevĆ³ del Palace hasta el Welcome Center tardĆ³ bastante en llegar, y el del Welcome Center a la entrada tambiĆ©n. Volvimos al estacionamiento de visitantes antes de las 5 de la tarde, una hora que calculamos que serĆa la mejor para volver a Johannesburg y que no oscurezca en el camino.
Fue un dĆa largo y relativamente cansador. El viaje de vuelta de dos horas y media parecĆa interminable, pero lo que nos esperaba al dĆa siguiente no se comparaba: Un viaje de casi 7 horas hasta Hoedspruit, una ciudad en las afueras de Kruger. Nos acercĆ”bamos a la mejor parte de todo el viaje: los safaris! Como ven, faltan muchos posts para que deje de hablar de SudĆ”frica.
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