Este camino une La Paz con la región de Los Yungas, y el
recorrido consistía en bajar una montaña en bicicleta por una ruta que mide, en
total, casi 80 km.
Fun Fact: Un tramo de este camino fue hecho por prisioneros de guerra paraguayos después de la Guerra del Chaco.
En “La Cumbre”, la altura es de casi 5000 msn (más de 1000 m
por encima de La Paz) y había mucha niebla, por lo que hacía muchísimo frío.
Poco después de llegar y bajarnos de las vans, comenzó a dolerme la cabeza. Por
supuesto. Yo, previendo esto, había desayunado vertigol y té de coca, que ayuda
contra el mal de altura, pero cuando me di cuenta de que no había sido
suficiente, acepté unas hojas de coca que me ofrecieron y las mastiqué por un
buen rato, mientras me vestía con el equipo de ciclismo y avanzábamos colina
abajo.
Piensan que dejó de dolerme la cabeza por estar masticando
hoja de coca? Pues están muy equivocados.
Llegó un momento en el que decidí dejar mi bici y subirme a la van de nuevo hasta que descendamos un poco más. Una compañera
subió conmigo porque no podía ver el camino por culpa de la llovizna, que le
nublaba los ojos y no tenía lentes que le protegieran.
El grupo hacía unas cuantas paradas en el camino para
chequear que todo estuviera en orden, y en la segunda parada nos bajamos de la
van y volvimos a montar nuestras bicicletas. Aún me dolía la cabeza, pero el
paisaje comenzaba a cambiar y la temperatura comenzaba a aumentar, así que
decidí que en cualquier momento iba a parar el malestar (y acerté).
El paisaje de la segunda parte del recorrido era
completamente distinto al de la primera parte. Para comenzar, las calles eran
más angostas y no estaban pavimentadas. El clima era más cálido, había plantas,
pequeñas cascadas que interrumpían el camino, y la vista daba a lo que parecía
una jungla.
El recorrido finalizaba al llegar a los 1200 msn, es decir
que descendimos en bicicleta más de 3000 m. Aunque la gran parte del camino fue
en bajada y no debimos pedalear demasiado, al final se volvía más plano el
trayecto, y en algunos tramos incluso había pequeñas pendientes hacia arriba,
por lo que al llegar al final del recorrido estábamos súper cansados igual.
El camino de ida desde La Paz hasta Coroico tomó unas dos horas, pero a la vuelta nos
agarró la niebla por el camino y tardamos una hora más. Llegamos casi muertos
al hostal pero obviamente igual salimos a pasear y a comer algo por ahí cerca a
la noche, y recién después nos dispusimos a descansar para continuar con el
viaje.
En total, el costo de esta excursión fue de 70 USD con Mayhem Adventures, que incluían las vans que
nos recogieron del hostal, una bicicleta y el equipo completo (cascos,
pantalones y campera), un CD con fotos, una remera y traslado de vuelta al
hostal.
Parece súper terrorífico imaginarse hacer este recorrido,
comenzando por el nombre, pero pensándolo bien, a mí me hubiera provocado más miedo recorrerlo
desde la van –hay tramos en los que el carril mide apenas 3 m. Y qué prefieren:
pasearse en bicicletas (que necesitan de solo 1 m de ancho para transitar) o andar en un
vehículo que, de por sí, ya mide más de 2 m de ancho? Just saying.
Es cierto, hay partes en donde incluso desde la bici parece
mucho más angosto, pero siempre es posible mantenerse alejado del borde del
camino para sentirse más seguro. No hace falta arrimarse al abismo para andar,
y tampoco hace falta ir con demasiada velocidad. Yo soy lo suficientemente
miedosa como para andar lentamente, aunque siempre había gente yendo más lento
que yo. Además, siempre había un encargado yendo al final de la fila, así que
nunca vas a ser el último, por más lento que vayas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario