California

Es impresionante cómo a veces tenés tanto que decir que tenés que resumir para que alguien pueda terminar de leer tu relato alguna vez, y cómo otras veces ni siquiera te salen palabras lo suficientemente interesantes.

Faltan pocos meses para que se cumplan tres años de mi vuelta y hay tanto que podría escribir sobre eso. A veces todavía pienso en quién me recibiría si es que volviese a Davis. Mi familia anfitriona vendió todo lo que tenía y se mudó a Singapur y mis amigos dejaron la ciudad para estudiar en la universidad, así que las cosas están un poco difíciles.

Siempre sueño con que voy a San Francisco con amigos y nos tomamos unos días libres para andar en bici por las calles de Davis. Que tomamos un bus a Lake Tahoe y hacemos largas caminatas por el bosque. Que visitamos Yosemite y escalamos la montaña más alta hasta llegar a la cascada. Que alquilamos autos y conducimos hacia el sur, unas cuantas paradas en la playa a pasar el día y finalmente acampamos en algún lugar lindo de Death Valley. Que disfrutamos de una tarde de compras por el centro de Los Ángeles, recorriendo todo lo que queramos recorrer. Que yo les muestro los lugares que marcaron mi vida aquel año.

No creo que haya mejores paisajes que los que yo vi en esos lugares, y me gusta creer que alguna vez voy a volver para verlos de nuevo, esta vez compartiéndolos con gente nueva que se quede igual de maravillada que yo.

Visitaría también a mis amigos, donde sea que estén. Ponernos al día con nuestras vidas, conocer a sus amigos nuevos y que ellos conozcan a los míos. Quiero un viaje en el que cada lugar me traiga los mejores recuerdos de ese año, ver de nuevo esos paisajes inmejorables, encontrarme de nuevo con esas personas que sin siquiera intentar, hicieron que ese año sea el más inolvidable.

Denme dos semanas en California, es todo lo que pido. Dos semanas.

Death Valley.

San Francisco.

Lake Tahoe.

Davis High School