California Academy of Science

Encontré una entrada de mi diario con fecha 6 de abril de 2011, hace 8 años, en donde hablo de mi visita al Museo de Ciencias Naturales de California, que está en el Golden Gate Park de San Francisco. Es una obra del arquitecto Renzo Piano, cosa que no sabía en ese momento pero que hoy me parece un dato interesante.

Golden Gate
Esa mañana, condujimos desde Davis hasta Richmond, desde donde cruzamos el Golden Gate para llegar a San Francisco.

La primera parada fue el Golden Gate donde almorzamos sándwiches que Grandma nos trajo y después nos fuimos al Golden Gate Park

Golden Gate Park

En el parque se encuentra la California Academy of Science, que es un museo intercactivo que personalmente me encantó.

Al entrar, en un gran hall de doble altura, te recibe una muestra impresionante de lo que se puede encontrar dentro del museo, que está divido por sectores para cada ecosistema, además de áreas de laboratorio y salas de proyección.

Nos fuimos al acuario, que estaba dividido en secciones: había una sección del Amazonas, una sección del arrecife (donde había Dory fish), peces de las profundidades (los que tienen luces), rayas/mantarrayas, tiburoncitos, catfish, etc. 

Había una parte donde estaban las anguilas y había una especie de cartel con el dibujo de una anguila y si ponías tus dedos en dos puntos del dibujo podías sentir el shock de una anguila de verdad. Re miedo daba pero no era tan fuerte. 

En la parte del Amazonas, había un dibujo de una anaconda en la pared con un agujero en el medio, como que la anaconda estaba enredada alrededor de algo, y ponías tu brazo ahí y sentías el apretón de una anaconda por 11 segundos. No dolía pero en serio te apretaba muchísimo y se te dormían las manos, no pude mover la mía después de un ratito.

Nos fuimos a la terraza, donde había plantitas, era como un laboratorio de experimentos. 

También nos fuimos al planetario, donde hubo una presentación que se llamaba LIFE, que hablaba del origen de la vida. Los efectos eran increíbles: Era como una sala de cine, pero la “pantalla” empezaba en el piso, continuaba por las paredes y el techo, y terminaba en la pared del fondo. Una especie de cúpula. Al empezar, mostraba la imagen de unas sequoias, y se acercaba cada vez más. Era tan real que en serio sentías que te movías, no parecía que la imagen era la que se movía. Después mostraba las células de unas hojas y de repente estabas viendo el universo después del Big Bang...

Nos fuimos también al Rainforest, que era como una cápsula transparente con árboles, pájaros y bichos. Adentro era húmedo y hacía mucho calor.

Había muchísimas cosas increíbles, había un péndulo gigante como en –esto va a sonar estúpido- Jimmy Neutrón. Bueno, este péndulo del museo no salía del eje como en el dibujito, obviamente, pero sí giraba y se desplazaba ligeramente. En el piso, había un dibujo de un círculo y en la circunferencia había varillas paradas que el péndulo iba echando a medida que giraba.

A la noche, fuimos a un restaurant oriental y comí pato por primera vez. Inesperado, pero era súper rico. Más tarde, volvimos a Point Richmond y tomamos helado de doble chocolate con brownie. Qué cosa que no suena como algo que yo pediría.

Hoy publico todo esto casi 8 años después de haber visitado ese lugar y sigo acordándome como si hubiera ido el año pasado. San Francisco está llena de museos para todos los gustos, desde pop culture hasta ciencia. Y aunque suene sumamente nerdy, este museo está bien arriba en mi lista de recomendaciones, y aún más para una visita familiar o un grupo con niños.

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